Recuerdos de un Ánima 61

sábado, 25 de agosto de 2012



LAZOS DE SANGRE 6

Una vez disfrutado el desayuno y aseado, Linkshandige se vistió y bajó al salón.
-Me llevo a Linkshandige para que me ayude con las compras – dijo la abuela a los padres de Linkshandige.
Quizá una mañana en el centro comercial con su abuela era lo que necesitaba para poner la cabeza en su sitio. Quería preguntarle cosas a su abuelo pero no sabía como empezar.
-Abuela.
-¿Si, hijo?
-Podemos hablar sobre…
-¿Sobre los licántropos?
-¿!Qué¡?
-Si hijo. Lo sé, y si, existen.
-¿Pero por qué yo?
-Porque lo llevas en los genes. – Linkshandige estaba perplejo. – Se puede contagiar a través del mordisco, pero tú concretamente eres un hombre lobo por herencia.
-¿Quién de mi familia…?
-Tu abuelo.
-Entonces mi madre…
-No. Tu madre solamente tiene el gen dormido, eso quiere decir que es portador pero no un licántropo. No afecta a las mujeres.
-¿Cómo sabías que esa noche..?
-Porque aunque no eras consciente, cada luna llena te transformabas. Tus padres también lo sabían.
-Esto es increíble – comentó Linkshandige sentándose en un banco.
-Sé que te va a costar asimilarlo pero lo conseguirás. ¿Por qué crees que tus músculos se han definido y ya no necesitas gafas? Solo necesitabas ser consciente de tu transformación para que el gen pudiera actuar y mejorar tu forma humana. A tu abuelo también le pasó.
-¿Cómo pudiste sobrellevar todo esto?
-Porque mi familia también era cambiante.
-¿También eran hombres lobo?
-No…
-¿…Pantera?
-¿Cómo sabes eso? – su abuela se quedó sorprendida.
-Nos transformamos siempre que ese grupo que te dije que me molestaba se acercan.
-Y siempre en luna llena, ¿verdad?
-Si.
-La luna llena no os transforma. Se que lo estás pensando. Solo os hace más sensibles a los cambios de humor. Lo que realmente os transforma es el corazón, los latidos. Cuanto más rápidos son, más se calienta la sangre y más rápido se hace la mutación.
-¿Eres una mujer pantera? – Interrumpió a su abuela en seco.
-No. También afecta a los varones solamente.
-Pero, ¿también teníais esa lucha contra los licántropos?
-Si. Siempre ha existido. Todo se remonta a los orígenes de nuestras especies. Era un origen común pero por cosas del destino las mutaciones cambiaron. Los hombres luchan por dominar la supremacía sin saber qué especie era la original y las mujeres estamos siempre en medio.
-¿Pero cómo acabaste con el abuelo?
-Me salvó la vida aun sabiendo que era de la especie rival. Ahí surgió el amor. Su familia me aceptó y la mía me desheredó.
-Tengo mucho que asimilar.
-Tranquilo.

Después de estas respuestas, la tranquilidad comenzaba a inundar la mente de Linki. Se sentía más tranquilo, más relajado y algo extraño. Todos sus sentidos se desarrollaban y salir al mundo real ya no sería lo mismo. Olores nuevos, sonidos nuevos… enemigos nuevos.

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