Recuerdos de un Ánima 55

martes, 7 de agosto de 2012


LAZOS DE SANGRE 1

En Zaragoza, una preciosa ciudad de España, vivía un joven holandés llamado Linkshandige, mejor conocido como Linki. Se mudó con su familia a los diez años y desde entonces comenzó a aprender el idioma del país aunque se le hacia bastante difícil debido a su timidez. Lo que más le gustaba era la informática, el poder estar tranquilo sin que nadie le molestara. Sus padres por el contrario, eran unas personas muy sociales y alegres. Tenían mucha energía en el cuerpo y fuerte el carácter. 

La universidad era especialmente dura, sobretodo si elegías como carrera Ingeniería Informática. Tenías que estar todo el día en el ordenador, pensando y programando. Algunos chicos de su clase quedaban de vez en cuando para tomar alguna cerveza y comentar las clases, pero el carácter de sus compañeros era muy similar al suyo.

Las vacaciones de verano estaban a la vuelta de la esquina y con ellas el baile de fin de curso. Incluso en las universidades, aquel evento era todo un acontecimiento en tu vida social que no te puedes perder. Todos tenían que llevar pareja, sino te tomarían como un deshecho social. Las invitaciones entre estudiantes de varias carreras era el único tema que se respiraba en los pasillos, vestuarios, laboratorios…

Una bonita noche de luna llena, celebraron una fiesta en la playa. Fiesta de hermandad, o por lo menos así la llamaban. Era una de las pocas fiestas en la que los empollones de Informática podían relacionarse con otras personas como los de Veterinaria o los ángeles de Educación Física, como los llamaban la mayoría de los alumnos. Eran unas personas físicamente perfectas, hermosas, pero como todo el mundo tiene algún defecto, también se hacía notar el gran egocentrismo que poseían.

-Hola Carla. – Linki se había decidido a encontrar pareja para el baile y Carla era su vecina, una chica de Educación Física bastante maja para pertenecer a ese grupo de snobs.

-Hola Linki, bonita noche, ¿verdad? – contestó con una sonrisa.

-Si, es preciosa. Me preguntaba si te gustaría…

-Fuera de aquí, capullo. – Jason, el “amigo” de Carla había aparecido delante de ellos. Era una persona egoísta y bastante subnormal, según decían los compañeros de Linki.

-Jason, solo estábamos hablando. – Carla era la mediadora entre ambos. Le gustaba Jason pero Linki le caía muy bien y temía que su amor platónico le hiciera daño alguno.

-No quiero que este Friki cuatro ojos se te acerque.

Sin esperar a que Jason terminara la frase de insultos que le estaba dedicando, Linki se dio media vuelta para alejarse de allí y volver con los de su clase, pero hubo algo que le hizo pararse en seco.

-Eso, huye como tu familia huyó de tu país, inmigrante.

Los que estaban allí cerca se callaron mirando a Linki con cara de susto y misterio. Los amigos de Jason se reían y los de Linki lo miraban preocupado. Fue entonces cuando el chico más pacífico de la universidad se giró y acercándose a Jason le propinó un puñetazo en la cara que le hizo salir disparado contra un árbol.

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