Recuerdos de un Ánima 52

martes, 24 de julio de 2012


ESMERALDA 7

El viaje fue largo pero al final llegó al bosque infinito. El camino que pisaba estaba lleno de sangre y armaduras rotas, pero ningún cadáver. ¿Serían los caballeros y su nuevo Rey las víctimas? No lo sabía pero estaba dispuesta a averiguarlo. Tres horas después de entrar en el bosque divisó un cuerpo medio escondido en unos arbustos. Se bajó de Lucifer y vio al rey malherido y lleno de sangre.
-¿Qué ha pasado? – preguntó Esmeralda.
-Un Dragón negro con los ojos verdes igual que los tuyos nos atacó. Tuve que hacerme el muerto para perder su atención. Los demás caballeros se internaron bosque adentro.
-Tome, monte en mi caballo, él le llevara a palacio.
-No puedo dejar a mis hombres.
-Yo les ayudaré.
-¿Qué va a hacer una pequeña joven contra un dragón? – pregunto confundido y algo sarcástico el rey.
-Lo mismo que un caballero – ayudó a montar al rey y le dio una palmada a Lucifer en el trasero para que saliera corriendo.

Con la espada del rey en una mano y su escudo en la otra, se adentró en el bosque para ayudar a los caballeros de la corte a los que hora después los encontró escondidos en una cueva ya cercana al castillo oscuro.
-¿Esmeralda?¿Qué haces aquí? – preguntó el joven que se parecía a David.
-Ayudaros. – Casi todos los caballeros menos él se echaron a reír.
-Callaos – ordenó el chico.
-He encontrado al Rey y lo he mandado a palacio junto con mi caballo.
-Muy valiente por tu parte. ¿Por qué has decidido venir?
-Soy la única que ha salido con vida de ese castillo y me lo conozco como la palma de la mano.
-Está bien, este es el plan – los caballeros estaban asombrados de que una doncella fuera a participar en una misión tan peligrosa como esa pero el joven doble de David la admitió así que escucharon todos atentamente el plan.
-¿Estás seguro que de madrugada será más fácil entrar? – Esmeralda no lo tenía claro, pero esa había sido la orden. Tendrían que dormir hasta el alba.
-Venga, ahora todos a dormir, necesitaremos todas nuestras fuerzas. – y una vez que se tumbaron, se dirigió a Esmeralda.-¿Te asusté en las cuadras el primer día que nos vimos?
-No, es que… tienes la misma cara que otra persona.
-Creo que te refieres a mi gemelo David.
-Si, exacto – Esmeralda estaba asombrada.
-¿Te hizo algo? – no puso muy buena cara.
-No, es que… Me preguntó algo y lo entendí mal y, bueno, ya no podré llegar pura al matrimonio. – Se avergonzaba todavía de lo ocurrido.
-Lo entiendo. No es la primera vez que pasa. David ingresó de más joven en el monasterio. Pensábamos que quería estar en paz y hacer el bien, pero solamente entró para poder practicar las artes oscuras gracias a los libros de la biblioteca que poseen.
-¿Pero allí lo saben?
-No. Estoy buscando la manera de desenmascararle pero sin que él se entere. Puede ser muy peligroso y manipularme. Los gemelos tienen una conexión mágica entre ellos y si alguno decide usar la magia, puede ser fatídico. Es una mala persona.
-Lo entiendo – afirmó con resignación bajando la cabeza.
-Por cierto, soy Carlos – se presentó tendiéndole la mano.

Hacía horas que los caballeros dormían pero Esmeralda no podía conciliar el sueño. Sabía que ese plan no iba a funcionar, sería un suicidio. ¿Tendrían un plan b? Puede que no pero ella si. A la mañana siguiente cuando se levantaron, Carlos vio que Esmeralda no estaba. ¿La habrían raptado?

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