Recuerdos de un Ánima 51

lunes, 23 de julio de 2012


ESMERALDA 6

Los días pasaban con bastante ajetreo. Los escuderos iban y venían del castillo a las cuadras, vigilando la evolución de los caballos para una partida próxima. Rara vez los nobles paseaban por ahí. Eran bastante diferentes. Altos, bajos, morenos, rubios, pero todos fornidos. Atractivos y seductores.

Un día, de madrugada, el castillo amaneció nervioso.
-Ya sabemos donde se encuentra nuestra joya – anunció el rey a todos sus caballeros. Mientras caminaban hacia las cuadras ultimaban los detalles de la salida.
-La recuperaremos y os la traeremos.
-No se preocupe, mi señor.
Estaban decididos a conseguirla fuera lo que fuera, aunque no entendía qué tenía esa espada que la hacía tan especial.
-¿Eres Esmeralda? – oyó que alguien preguntaba a su espalda. Se giró y se quedó sin aliento.
-Sí – respondió tan bajo que casi no se le pudo oír.
-¿Está listo mi caballo?
-Sí. – Le dio las riendas de un precioso corcel blanco, de pelo suave y brillante. Dio media vuelta y se fue corriendo bajo la mirada del joven caballero. Estaba sorprendido.

Es imposible, pensaba Esmeralda. David no podía estar allí, ¿la había seguido? Ese caballero tenía la cara de David pero por su manera de tratarle, no la conocía. Era muy extraño.
Todos los caballeros estaban en sus monturas, listos para salir.
-Y recordar. Debéis traer a Arianrhod. Es muy peligroso que esté en malas manos.
Y dicho esto, los caballeros salieron en su busca. Protegerían a esa espada con su vida si fuera necesario.
-Esmeralda, ven aquí. – La reina estaba algo preocupada por la marcha de los caballeros y necesitaba dar un paseo a caballo para desahogarse.- Prepara diez caballos, mis doncellas y yo saldremos a pasear por los jardines de palacio.
-Como desee. ¿Le puedo hacer una pregunta, mi señora?
-Claro – contestó con una sonrisa en la boca. Era lo opuesto a su carcelera.
-¿Por qué están todos tan preocupados por Arianrhod y porqué le han puesto nombre a una espada?
- Arianrhod es una espada mágica que Merlín le regaló a Arturo en su boda. Es letal en combate pero también devuelve la vida usada en un muerto. Por eso en manos equivocadas puede desatar el poder de la oscuridad.
-Entiendo.
-Ha sido robada de las mazmorras del castillo y creemos saber donde esta. Según la energía desprendida de ella, mi esposo la ha sentido en el castillo oscuro.
-¿Ese que está al otro lado del bosque infinito?
-Exacto.- Esmeralda se quedó petrificada, ese era el castillo en el que vivía antes. La Reina había robado la espada y lo más preocupante era que tenía un siervo infiltrado en su actual morada. Estaba en peligro si la descubrían.
-Pero el bosque es muy peligroso, se perderán para siempre.
-Es un riesgo que estamos dispuestos a correr. Mi esposo lo ha pensado mucho y ha decidido ir con sus caballeros para infundarles valor.
-Entiendo. Que disfrute del viaje señora.

Esa noche fue algo mala para Esmeralda. Soñaba que se perdía en el bosque infinito, que los caballeros iban cayendo uno a uno bajo las garras de una temible criatura. Una pesadilla imposible de soportar. Ella era la única que había conseguido salir viva de aquel bosque al huir del castillo oscuro. Tenía que ayudar a los caballeros. Decidida se levantó, robó algunas ropas de los caballeros para poder ponérselas y salió a lomos de Lucifer. Estaba dispuesta a dar su vida para mantener su secreto a salvo y evitar que Arianrhod cayera en manos de la malvada Reina.

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