LA MORADA INFERNAL 3
¿Cómo podía haber ocurrido
semejante tragedia? Nadie se lo explicaba. Al parecer era un caso de
ahogamiento pero la cara de Adriana estaba llena de miedo y terror. Los ojos
estaban casi salidos de sus órbitas. Algo la había asustado. Algo iba a asustar
a todos.
El resto del día fue algo
extraño. Todos intentaban hacer una vida normal, pero no podían. No sabían que hacer con el cuerpo ni como
contárselo a su familia.
-Venga chicos, tenemos que
intentar descansar y relajarnos. A eso hemos venido – intentaba animar Pedro a
la gente.
-¡Ha muerto Adriana! – Lucía
estaba histérica. No podía tranquilizarse y ya casi era de noche.
La noche llegó y con ella un
sentimiento de nerviosismo e intranquilidad. Desde la muerte de Adriana, la
gente ha intentado pensar en la causa de la muerte, el porqué. No había ganas
de cenar, solamente de dormir y descansar. Al día siguiente decidirían el
destino del cadáver.
-Buenas noches - se despidieron
todos.
Y la noche fue pasando tranquila
y silenciosamente. Muy silenciosa diría yo.
A la mañana siguiente bajaron a
desayunar y después decidieron qué hacer con el cuerpo. Fueron a buscarlo pero…
sorpresa, el cuerpo no estaba. Era como si se hubiera levantado y esfumado.
-¿Qué está pasando? – los chicos
se empezaban a preocupar. Era domingo y esa misma tarde tendrían que volver a
sus casas. Su amiga había desaparecido y no había rastro de ella.
Se había convertido en un fin de
semana escalofriante para ellos, pero muy divertido para mí.
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