Recuerdos de un Ánima 2

lunes, 12 de diciembre de 2011

HERMANDADES UNIVERSITARIAS
Morgan estaba en su último año de instituto y su hermano Peter empezaba la universidad. Gozaba de una beca deportiva ya que por su gran carrera deportiva en el instituto como jugador de fútbol americano la junta de la Universidad de Pensilvania se había interesado mucho en él. Los estudios no eran su fuerte pero mantenía las notas necesarias para poder realizar su deporte preferido. Al contrario que su hermano, Morgan era una chica flacucha y un poco enclenque pero un as con los libros. Varios clubes le habían enviado invitaciones para ingresar pero ella se centraba en sus estudios y en su blog sobre una de sus mayores aficiones, los hechos paranormales. Su tiempo libre lo dedicaba al blog y a la lectura y recopilación de información de todo lo relativo con temas sobrenaturales. Era una persona muy conocida en Internet, su página recibía miles de visitas diarias.
-Hola Peter, ¿cómo ha ido el día en la universidad? – preguntó Alice, la madre, al verlo entrar por la puerta.
-Bien mamá. Hoy he hecho las pruebas para entrar en el equipo; si me aceptan tendré posibilidades de entrar en una hermandad.
-¡Qué bien! – Expresó emocionada - ¿y ya has pensado en alguna?
- Pues he mirado posibles y existen varias en las que me gustaría ingresar, la DER de la que han salido los mejores deportistas de la ciudad y la VN, pero en esta última no creo que me acepten.
-¿Por qué?
- Porque es una hermandad muy selecta y solo las mejores y más influyentes personas han conseguido entrar, ningún becado.
-Ya verás como podrás lograr lo que desees.
-No sé porqué os coméis tanto la cabeza con eso de las hermandades. Son solamente un grupo de snobs con prejuicios que se reúnen para sacar los defectos que ven en ellos mismos atribuyéndoselos a los demás. – Morgan era una persona muy introvertida y no veía bien que un grupo de personas marginaran a otras por no reunir ciertas cualidades.
-Claro Morganita, sin mencionar que todos ellos son un grupo de licántropos y brujas asesinas que solo desean chuparte la sangre – se burló su hermano.
-Los que chupan la sangre son los vampiros, idiota – y dándole la espalda se fue a su habitación.
Al día siguiente, Morgan se encerró en su habitación para estudiar el examen de Literatura que tendrían dentro de una semana. Nunca acostumbraba a dejar nada para el último día. En la cocina se oía ruido, su madre estaba preparando la cena y su hermano acababa de llegar con una gran noticia. Su alegría se notaba en el tono de su voz, cada vez más alto. La junta de la hermandad VN lo había preseleccionado para unirse a su hermandad y debería acudir a una reunión con su familia en dos días por la tarde. Sería imposible estudiar hasta pasada la reunión, así que cerro las puertas y ventanas de su cuarto, puso música relajante, un poco alta de volumen y se sumergió en el mundo literario.
-Venga mamá que llegaremos tarde.
-Tranquilo Peter, aún quedan don horas para la reunión.
-Morgan, no asustes a los de la hermandad con tus bobadas sobrenaturales.
-No te preocupes, no quiero estar allí mucho tiempo, cuanto antes consigas lo que quieres antes nos iremos – Peter estaba lo que se llamaba cardíaco.
Con paso decidido se fueron hacia las instalaciones de la hermandad en el campus universitario. Cuando llegaron al edificio en cuestión, Peter empezó a temblar. Era una sensación que estaba entre los nervios y la emoción. Entraron en el vestíbulo donde había un montón de familiares con los nerviosos chicos y chicas candidatos a entrar. La habitación estaba iluminada solamente por candelabros.
-Qué sofisticado – murmuró la madre.
-Qué tétrico – apuntó Morgan.
Le dieron sus abrigos a uno de los chicos de la hermandad, un joven un poco pálido y con el rostro muy serio. Debía estar enfermo porque no tenía muy buena pinta. Cuando el líder de la hermandad salió a recibirlos, Peter dio un brinco y estrechó con demasiada fuerza su mano.
-Vaya, menuda fuerza – observó el joven – me llamo Garuk.
-Lo siento – se disculpó Peter – es que estoy un poco...
-Nervioso – acabó su madre la frase – encantada de conocerte.
Una vez dentro del gran hall, Morgan echó un vistazo y vio a Garen, el amigo de la infancia de su hermano también allí reunido. Había sido otro de los elegidos para ingresar en ese grupo tan selecto. Había cambiado con el tiempo y estaba mucho más guapo y corpulento, tanto que Morgan se sonrojó al cruzar la mirada con él.
El resto de la velada fue muy aburrida, charlas de los principios e ideales de la hermandad, presentación de la junta y situación jerárquica de los miembros. Parecía todo muy… de la edad media.
-¿Podemos irnos ya? – hizo Morgan un comentario en voz baja a si misma, con intención de que nadie la escuchara, con lo que se sobresaltó al oir respuesta.
-¿Te aburres? – era Garen.
-Vaya.
-Je je, hola. ¿Aburrida?
-Bueno… - vaciló un poco, aún estaba un poco abochornada – la verdad es que sí. Estas cosas no me van.
-Ya imagino. Siempre has sido amiga de la soledad, ¿eh?
-Bueno, yo no diría de la soledad, solo que no me gusta esto, no se, lo veo raro.
-¿Raro? Si es la mejor hermandad de la universidad.
-No lo se, es demasiado clasista, demasiado… estirada. Nada, es igual, cosas mias.
-Bueno, me alegro de verte de nuevo, y más guapa que antes.
Después de decir esto y dejar a Morgan más roja que la misma sangre, se alejó hacia un grupo de estudiantes noveles en la hermandad.
Ya en casa, después de cenar, Morgan se fue a la cama. Estar en ese sitio la había cansado demasiado, era como si el edificio fuera un succionador de energía, aunque para ella, todos los sitios que no le gustaban era uno. Tan cansada estaba que se durmió en seguida. Se adentró en un profundo sueño. Todo iba bien, ella se encontraba, como siempre, en un bosque leyendo una de sus novelas cuando, de repente, el sueño cambió, no era como siempre. Una niebla invadía el bosque, haciendo desaparecer el libro y poniendo en su lugar una copa llena de sangre, en vez de vaqueros llevaba un vestido blanco manchado de sangre y la coleta del pelo le había desaparecido. Tiró la copa al suelo y echó a correr sin saber a donde iba, solo quería huir de aquella voz que le susurraba su nombre.
Continuará…

Noticias

lunes, 14 de noviembre de 2011

Hola amigos

Después de unos días ausente tras las fiestas de mi ciudad y la posterior caída e ingreso de mi madre, prometo volver a coger con un poquito de fuerzas tanto el blog como las historietas y la novela, que espero tenerla pronto, y quien dice pronto dice algunos años, como mucho dos :)

un beso a todos

Recuerdos de un Ánima 1

sábado, 1 de octubre de 2011


MI GATITO

Era un año especialmente duro para Amanda. Comenzaba una etapa escolar nueva, la Secundaria, el instituto con los crueles adolescentes y profesores que no dudaban en desconfiar de ti y echarte la bronca por mirar la telaraña del techo en sus clases. Matemáticas le resultaban sencillas y la parte de Química dentro de las Ciencias eran interesantes para su cerebro pero las demás asignaturas le ayudaban a viajar a otro mundo en el que se sentía muy a gusto.

-Feliz cumpleaños hija.- Fue lo primero que oyó Amanda al despertar. Era el día de su decimotercero cumpleaños, un número especial para ella, su número de la suerte.

-Gracias – era lo que iba a contestar todo el día a su familia, amigos y algún que otro compañero de clase. Acabó de desayunar, cogió su mochila y su cuaderno especial que llevaba a todos los sitios. En ese cuaderno dibujaba lo que soñaba o escribía frases sueltas que le venían a la cabeza. Era, según ella, su llave hacia el mundo de los sueños.

Clase de Literatura, El Lazarillo de Tormes, que aburrido, es lo que pensaba Amanda. Llevaban una semana con la obra, leyéndola y analizándola página por página. Ella también analizaba, los contornos bien trazados del gatito que estaba dibujando en su llave de los sueños, un gatito con el que llevaba soñando un par de días, un gatito asustadizo, un gatito que… estaba viendo en ese mismo momento a través de la ventana, ¡ en el mundo real! De repente se le abrieron los ojos como platos, se los frotó para ver con más claridad pero el gatito había desaparecido.

-Serán imaginaciones mías – se dijo.

En cada cambio de clase veía a ese gatito por la ventana y al segundo había desaparecido. Era algo que ya le superaba, mucha imaginación tendría que tener para que algo que soñaba fuera tan real, como magia. Al igual que la rapidez con que ese día habían pasado las clases. Solo deseaba llegar a casa y al fin llegó la hora de salir y correr hacia su habitación para ver con más detalle su obra de arte.

-¿A dónde vas con tanta prisa? – le preguntó su madre, pero ella la estaba dentro de su cuarto, algo lejos para que pudiera escuchar su contestación.

Increíble, era exactamente igual que en su dibujo, y tenía algo tétrico y diferente a los demás gatos, ese minino era fantasmagórico, pero dulce e inocente, tan dulce e inocente como la mirada que le estaba poniendo desde su almohadón.

-¡Ah!!! – se asustó al verlo, acción recíproca del pobre minino. A los segundos, Amando estiró la mano para intentar tocarle pensando que el gato se movería o escaparía, pero ni se inmutó, seguía allí mirándola con esos ojos centelleantes. Llegó el momento del contacto, y notó una piel muy fría. Raro en un mamífero.

-¿Quieres leche pequeñín? – le preguntó al gato mientras dejaba el cuaderno encima de la cama. El minino espectral se levantó y le dio un cabezazo en la mano emitiendo un dulce y pequeño maullido. – Ahora vengo – y con paso decidido bajó a la cocina. Mientras buscaba un pequeño cuenco recordó el sueño en el que aparecía ese noble animal. Estaba ella recogiendo moras en un bosque profundo lejos de cualquier lugar conocido. En un instante de descuido aparecen tres lobos a cual mas fiero y baboso. Sin pensárselo dos veces ella deja el cesto en el suelo y echa a correr seguida por esos depredadores que iban aumentando de tamaño a la vez que aumentaba la lentitud de su marcha. Cuando ya casi ve encima a sus asesinos aparece iluminando la oscuridad ese felino tierno y pacífico cegando a los lobos e hipnotizando a Amanda o por lo menos eso creía ella ya que al mirar sus ojos escuchó una voz que le decía: deséalo con todas tus fuerzas. Y así hizo, deseó que esos tres lobos feroces se convirtieran en tres ratones blancos de ojos ensangrentados, como los de un laboratorio. En ese mismo instante su deseo se cumplió de manera que su compañero tenía la cena resuelta.

Al subir a su cuarto se llevó un apequeña decepción, ya que Salem, el nombre que le acababa de poner a su amigo, no se encontraba donde le dejó. La tristeza hizo ensombrecer el ambiente de su habitación, era como si la intensidad de las luces de las lámparas bajara gradualmente. Un segundo más tarde escuchó un maullido detrás suyo y al girarse vio a su amigo moviendo la cola frenético ante el cuenco de leche. Se lo dejó y el gato empezó a beber como si no hubiera probado bocado en una temporada. Fue a recoger el cuaderno para leer sus últimas notas pero el cuaderno no estaba. Lo buscó y lo buscó y al final lo encontró recogido en el armario de los zapatos.

-¿Cómo has llegado ahí? – le preguntó de forma sonriente mientras lo recogía. Se sentó en su escritorio y se puso a pasar páginas y páginas sin encontrar nada interesante hasta que vio una canción en las primeras páginas. Era una nana que le cantaba su abuela cuando era pequeña. Poco a poco las palabras le venían a la boca:

Canta, canta pequeña megueta.

Salta, vuela hasta la luna llena.

Cierra ojos y mira la veleta

Que guía y cuida tu precioso don.

Era pegadizo, tanto que lo repitió dos veces más y al acabar, sin verlo venir las bombillas de su habitación se fundieron y una luz brillante a su espalda iluminó la habitación. De Salem emanaban grandes destellos de luz. Amanda no podía creer todo lo que estaba viendo, todo lo que volaba por su habitación y todo lo que corría por su habitación. Los dibujos tomaron vida, las palabras daban vueltas en la pared como si las estuvieran proyectando, las puertas y los cajones se abrían y cerraban y el interior de su armario de la ropa vibraba con una intensidad elevada. Cerró los ojos deseando que cesara aquel alboroto y como si fueran órdenes el estruendo paró. Las imágenes se nublaban, la habitación daba vueltas y el suelo se volvía inestable. Gateando por el suelto buscó desesperada la cama para poder aferrarse a algo hasta que la luz le volviera a los ojos. Era como si se hubiera quedado ciega, como si se hubiera quedado dormida…

-Feliz cumpleaños Amanda – escuchó la voz de su madre. ¿No había vivido ya esto? Se despertó extrañada pero todo estaba exactamente igual que el día anterior, la misma fecha en el calendario, todo estaba normal, todo excepto su madre. - ¿Qué tal tus últimos sueños como mortal?

-¿Mis que?

-Muy buena Amanda, cómete el desayuno antes de que lo haga Salem y coge tu escoba o llegarás tarde a clase.

¿Escoba?¿Salem? ¿Qué era todo esto?

-Tu decimo tercer cumpleaños Amanda, es tu inicio como bruja.

Una voz le respondió a su duda cuando su madre se fue.

-Estoy aquí – miró a todos los lados sin ver a nadie, hasta que el gatito transparente le dio un zarpazo, - vamos vagoneta, no querrás perderte tu examen de Maleficios.

¿¡EL GATO HABLA!?



Inspiración

viernes, 23 de septiembre de 2011

Hola queridos amigos.
Os escribo esta entrada para compartir con vosotros y que vosotros compartais conmigo cual es vuestra inspiración cuando escribís, pintais o haceis cualquier cosa. Yo por ejemplo me inspiro cuando leo o veo algun video o serie, pero sobre todo en la música. La música es algo que me transporta como a una realidad alternativa muy lejos de esta en la que mi mente viaja por si sola, como si quisiera llegar al mundo de los sueños pero sin llegar a dormirse.

Hay momentos en los que me es muy fácil escribir, pero hay otros ( como ahora) en los que me cuesta ya sea por falta de inspiración o porque mi cabeza está llena de ideas muy pesadas que le impiden viajar a ese mundo paralelo, el equipaje que lleva es muy pesado. Otra buena inspiración es cambiar de lugares, de ambientes. Por ejemplo, yo vivo en una ciudad, eso quiere decir ruido y desconcentración, pues cambiar y hacer un viajecito al pueblo si se tiene una casa allí, desconectar, ordenadores y tecnologia fuera, tumbarse en una hamaca con una libreta y un bolígrafo y a despejar la mente. Viene muy bien una noche fresquita de verano, mirando las estrellas mientas los grillos hacen su festival.

¿Cuál es vuestra fuente de inspiración?

Donde empiezan los sueños

domingo, 22 de mayo de 2011

Hola a todos.

¿Dónde empiezan los sueños?
Este blog lo he creado con la intención de apoyar mi sueño, escribir la novela o novelas que tengo en mente, Criaturas de la Oscuridad. En ella dejo que los lectores vean algunos de los mundos en los que me sumerjo gran parte del día como método anti-aburrimiento ya que muchas veces me veo invadida por la monotonía. ¿Lo llegaré a cumplir? Espero que sí.

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